El campeonato gallego de duatlón cross dejó con muy buen sabor de boca a muchos de los presentes en esta prueba que se celebro en la localidad de Santa María Alta este fin de semana. Circuitos exigentes llenos de dificultad tanto física como técnica, que hicieron las delicias de los casi 100 participantes allí congregados.
El día comenzó para mí a las 7:30 de la mañana, me levanté y me
apresuré a desayunar, ya que me esperaba un viaje de 1 hora y media
hasta el lugar de celebración de la prueba. Tras ello terminar de
preparar la ropa para correr y en marcha. Durante el viaje no se puede
evitar pensar en la prueba, y en cierto modo, en que estrategia seguir
conociendo mis cualidades físicas y las de mis rivales. Llegamos y lo
primero que hacemos es montar la bici, el casco y los zapatillas de
calas para ir a dejarlas a boxes, sin embargo, el primer contratiempo
llego en el momento de montar la rueda trasera, estaba sin aire.
Rápidamente nos apresuramos a volver a hincharla pero ese entusiasmo nos
hizo cometer el segundo error de la mañana, doblamos la válvula y
perdía presión la rueda. Yo no había llevado una cámara de recambio como
siempre hago, por lo que pensé que igual no podría salir. Después de
pedir la herramienta necesaria conseguimos enderezarla, un apaño que
vale para la prueba. Rápidamente la bici a boxes y a prepararse y
calentar para la carrera a pie. Durante el calentamiento me encuentro
con uno de mis rivales, que a partir de ahora lo puedo considerar como
amigo también, Óscar Justo, que ha sido primero en mi categoría en
muchos de los duatlones celebrados en Galicia. Ya nos habíamos
encontrado antes en el duatlón de Maside en el que finalmente me impuse,
después de que me ganara en el primer sector de carrera a pie, sin
embargo, y después del entreno, tenía la sensación de que hoy podía ser
distinto. Con él comente nuestros puntos fuertes y débiles, y tras esto
nos pusimos en línea de salida preparados para afrontar la carrera.
La carrera consta de tres partes que son, un primer sector de carrera
a pie de 6 km, una segunda parte con 18 km en un circuito para la bici
de montaña y, por último una carrera a pie de 3 km para llegar a la
meta. Yo no había visto los circuitos antes y no me imaginaba lo que iba
a sufrir con la dificultad tanto del trazado del circuito de carrera
como en el de ciclismo. Se dio la salida y empecé a correr bastante
fuerte, pero pronto una pronunciada pendiente me hizo bajar el ritmo. El
ritmo que llevaba era superior a mis posibilidades y se vio en la
segunda vuelta de carrera en la que sufrí para acabar el primer sector.
Muy duro fue este, de salida se afrontaba una fuerte cuesta que duraba
sobre 1 km y medio, y otro tanto se hacía de bajada en el que las
piernas se me cargaban muchísimo. Llegué a la transición totalmente
fuera de mí, esto hizo que perdiera mucho tiempo en cambiarme y perder
el grupo con el que iba en la carrera. Empezó la bici, mi sector fuerte,
y no sentía las piernas, la bici no caminaba y yo veía como el grupo
que tenía delante se alejaba más y más, la cabeza empieza a pensar y
solo me vienen pensamientos negativos, hoy no es mi día.
De repente me adelante otro participante e intento ponerme a rueda de
él, finalmente aunque con mucho esfuerzo lo consigo, sin embargo tengo
que acabar cediendo y dejo que se vaya. Me tocaba afrontar unas subidas
durísimas que tendría que hacer solo y seguía con malas sensaciones.
Corono las subidas y ahora es donde empieza lo bueno, unos senderos de
bajada rápidos, técnicos y divertidos en los que disfrute como un enano.
Al principio las piernas ni me sostenían en la bajada, lo que me hizo
darme dos golpes en las manos con dos piedras que estaban elevadas.
Pronto escuchó el ruido de una bici detrás de mi, me dispongo a dejarle
pasar puesto que va más rápido que yo, pero termina la bajada. En la
subida esa bici me adelante con un ritmo muy bueno y me consigo poner a
su ritmo, las piernas estaban empezando a funcionar otra vez. De nuevo
coronamos y comenzamos otra bajada con mucho barro, tanto que incluso
tuvimos que pararnos por no poder dar pedal, yo metí entero el pie en el
charco pero no me importó porque ya lo tenía mojado de la carrera a
pie. Monto de nuevo y seguimos camino a terminar la primera vuelta donde
mis padres estaban esperándome. Las siguientes vueltas fueron mejores
para mi, las piernas no estaban frescas pero se notaba que podían
mantener un ritmo bueno, las bajadas seguí afrontándolas rápido sin
cometer muchos riesgos y disfrutando muchísimo. Me acordé en estas
vueltas de gente de aquí del Bierzo que siempre me recordaban lo
importante de comer y beber durante las carreras, y así lo hice, durante
la segunda y tercera vuelta de bici me dedique a cuidar de beber
bastante para evitar los calambres. Última bajada y cometo otro error
que me hace perder unos segundos y perder la rueda a la que había
seguido durante todo el sector ciclista, no pierdo la calma y trato de
concentrarme en la transición, sin embargo esta también fue lenta, el
invento que mi padre y yo hicimos en las zapatillas de correr con
cordones elásticos se vuelve contra mí, en casa se metían y sacaban bien
pero en una carrera en la que vas al límite es complicado. Tras esta
lenta transición me dispongo a afrontar el último sector de carrera a
pie que me llevaría a la meta. Hasta entonces no había visto a ninguno
de mis rivales en toda la carrera por lo que decidí no forzarme mucho,
algo imposible cuando tienes que afrontar 1 km y medio con esa
pendiente. Me encontré mejor que otras veces en este último sector y
llegué a pillar al que había sido la rueda a seguir en la bici. Seguí a
mi ritmo e intente adelantar a otro más pero las piernas ya no me
respondían. Finalmente llegué a meta en el puesto 22 de la general y en
el puesto 1 de categoría junior, y sobre todo muy contento por la
carrera que había hecho y lo que había disfrutado en ella. Me cambio y
voy a la recogida de trofeos en la que comparto podium con Óscar Justo,
que queda como subcampeón gallego en categoría junior de duatlon cross y
con David González que se proclama campeón. Yo subo al podium como
ganador de la prueba en mi categoría pero no opto a ese premio que esta
reservado para los gallegos únicamente. Durante el tiempo de espera a la
entrega de trofeos hablo con esa rueda a la que seguí durante la bici
que descubro que se llama Juan Expósito (por el nombre en la
clasificación, justo detrás de mí) sobre las distintas pruebas que se
celebrar en el panorama gallego y también las que se celebran en el
entorno berciano y de la maragatería con pruebas de tanto nombre como la
de Tabuyo del Monte. Tras esto, y con un hambre tremendo, fuimos a
comer a Lugo ciudad, y durante la comida les di la tabarra a mis padres
con todas las cosas que habían pasado durante la prueba. Por último
felicitar a los campeones de todas las categorías, a todas las personas
que participaron e hicieron un espectáculo de este duatlon, y a la
organización por su esfuerzo para que nosotros pudiéramos pasar un rato
divertido durante el tiempo que duró la prueba . En definitiva una
prueba en un entorno muy bonito, con un trazado inmejorable, con barro,
que es como tienen que ser los duatlones cross, y consiguiendo una
magnífica posición y con un recuerdo muy bonito que me llevo de este
paraje y esta prueba.¡¡ El año que viene vuelvo !!
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